Hospitales, médicos y boticas durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871
$20.000
Prof: Dra. Sandra Rabich
Viernes de noviembre, de 17.30 A 19 hs.
Inicio: viernes 1 de noviembre
Duración: Mensual. Cuatro (4) encuentros.
Las clases son PRESENCIALES, se realizan en el Museo Sarmiento.
Precio: $20.000 por 4 clases
Descripción
Presentación del curso
En este curso se trabajará sobre las unidades de atención primaria durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871. En todos los lugares de atención los vecinos recibían ayuda de diversa índole: información, medicamentos, atención médica y ayudas materiales elementales.
En estas acciones se destacan los hospitales, las boticas, la sociedad de beneficencia, las comisiones de salubridad y las publicaciones preventivas que fueron creadas por los vecinos en las distintas parroquias.
En el inicio de la epidemia se constituyó la Comisión Popular, como otra forma de asociación que tuvo el rol de agente de caridad.
Programa
1 DE NOVIEMBRE
HOSPITALES Y LAZARETOS
Hospitales Generales. Hospitales privados.
Los hospitales y lazaretos cumplieron una función social. Es por ello, que debemos mencionar al Hospital General de Hombres, el de Mujeres, el Hospital Militar del Retiro y el Hospital de Hombres dementes.
Los lazaretos definitivamente fueron objeto de debate en el tema epidémico. Sucedió que era controversial el tema, ya que algunos avalaban su fundación y otros opinaban que no era el medio de asilo de los enfermos en el caso de epidemia.
SOCIEDAD DE BENEFICENCIA
Esta tuvo su primer reconocimiento en la Memoria de la Municipalidad para el año 1871. Y es ahí donde se muestra a las claras que las damas habían levantado una casa de refugio, un albergue de trabajo para los necesitados.
8 DE NOVIEMBRE
MÉDICOS.
Al comienzo de la epidemia, distinguidos profesionales de la salud dieron atención a los vecinos en las diferentes parroquias de la ciudad. El más destacado fue Eduardo Wilde, quien desarrolló dicha actividad a través de la Comisión de Higiene de la Parroquia de San Telmo.
Dificultades con el cuerpo médico y el Gobierno Provincial dieron inicio a negociaciones para reorganizar el servicio médico parroquial.
15 DE NOVIEMBRE
CEMENTERIOS
Las posiciones sobre los cementerios fueron controvertidas. Por un lado, los higienistas los situaban como un espacio insalubre y peligroso que había que alejar de la ciudad, Por otro lado, la Iglesia aún mantenía a su cargo las inhumaciones contiguas o en el interior de los templos parroquiales. El cura párroco era el que expedía el certificado de defunción.
Hasta las primeras décadas del siglo XIX los cadáveres se enterraban con frecuencia en los templos, en la parte posterior de las Iglesias como la Catedral, la Merced, San Francisco, Santo Domingo, San Nicolás entre otras.
Convengamos que al Cementerio del Norte no podía llevarse a ningún muerto de fiebre amarilla. Al tiempo, la Revista Médica Quirúrgica expresaba que debían establecerse dos cementerios provisorios, uno en la parte oeste y otro en la parte sud de la ciudad. Para que la Recoleta no colapsara en 1868 se concretó el Cementerio del Sud como servicio público.
A pasos agigantados se levantaba otro en la Chacharita de Colegiales. Se pensó e intimó al cierre del Cementerio protestante y el de la Recoleta. En ninguno de los dos casos fue posible.
22 DE NOVIEMBRE.
COMISIONES PARROQUIALES
Para analizar la creación de las comisiones parroquiales, debemos destacar la participación espontánea de los vecinos. En ellas nacieron las comisiones de higiene como otras redes vecinales
BOTICAS
Sólo a través de la prensa disponemos de cuáles fueron los tratamientos y remedios más utilizados durante la epidemia, ya que no tenemos referencias específicas por fuera de las sugerencias y comentarios que los médicos recomendaban a través de las publicaciones.
Los agentes que se podrían asociar al proceso de profesionalización médica fueron variados. Van desde los curanderos, los médicos extranjeros, homeópatas, droguistas y farmacéuticos. En estas se suministraban productos como semi purgantes, agua clorurada concentrada y jabón de alquitrán.
PUBLICACIONES PREVENTIVAS.
Algunos ejemplares de las “Prevenciones al pueblo” fueron apareciendo e incluían datos sobre medidas higiénicas además de opiniones de médicos, leyes y decretos sobre salubridad, ordenanzas municipales, lista de Comisiones Parroquiales, de médicos, de boticas y las novedades sobre las prevenciones del flagelo.
Fue un servicio al pueblo, y los médicos también publicaban recomendaciones y notificaciones en los periódicos a modo de prevención.
BIO
Prof: Dra. Sandra Rabich
Es Profesora, Licenciada y Doctora en Historia (Universidad del Salvador).
Ejerce la docencia universitaria y de nivel medio.
Publicó, entre otros, el trabajo “Fiebre amarilla de 1871: Actuación de la Comisión Popular de Salubridad Pública a través de los periódicos porteños” (2014)
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